Inmensa de larga... ha sido la jornada ¿Cómo vivo después
de tantas batallas?
Engaños y desengaños fueron de esta escuela la campana,
de la verdad... poco a casi nada; y de todas las pestes... las peores enfermedades
del alma.
Los éxitos materiales fueron el borrador de la pizarra.
Y ante la espera del micro, en su última parada; cargo mi equipaje.
¡¡¡Qué no pesa nada!!!
Pero lo que vale lo llevo aquí dentro, Él es toda mi
toalla.
El ocaso
El ocaso va llegando...
Lenta y acaso con desgano, Cual brizna tenue y delgada Humedeciendo mi descanso. Miro hacia atrás.. olvidado...
Olvido y presencia ha generado
Y yo... vieja estaca herrumbrada
Seca está la rama por
brotes sacrificada,
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Y la cruz suprema
acompaña
El espíritu de aquel que clama, Por la paz que no se halla Y el ocaso que no se para. Tu que eres mi madre ¡Levántate!
Del hombre, el hombre no espere
La flor nace, vive y perece,
Puede que el ocaso también
sea
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