¿Cómo aliviar a aquellos que siempre he tratado de aliviar?
¿Cómo  consolar a aquel que por mi llora, después que halla partido?
¿Existe alguna probabilidad de estar en el anden, siendo pasajero del tren que se ha ido?
Si... quizás hay una probabilidad de consuelo, de alivio y es el antes...
Por ello aquí estoy con lo que siempre fue lo mío , antes de que ocurra, pensar ya ha ocurrido.

No llores si me he ido Ni pienses en la nueva ausencia, Recuerda lo que hemos vivido Andando por la misma senda. Mi partida solo obedece A una condición establecida; Vive en la huerta que he sembrado Que refleja lo que fue mi vida. No llores por mi partida, Piensa en los dolores que he soportado; Perdona en  algo cualquier ofensa Que por luchar te halla ocasionado. Y si quieres por algo mi presencia.... Ve junto al gajo que esta quebrado; Si allí no, con la presa sedienta O al pie de la cruz de palo.

Por eso no llores tu que conoces Mis andares por caminos largos; Allí como la hormiga que sólo hace Lo que yo también nunca he dejado Allí estará mi sola presencia Y en ellos y en todos esos pagos... Allí donde alumbre la luna Seguro que allí es donde me hallo. Los valores están trastocados Mi cuerpo ¿Lo ves?  Abandonado. Pero no llores, yo estoy libre Y con mi Dios a quien yo amo. No llores, no vale ninguna pena Que llore, lo que he abandonado Y vive mi libertad eterna Así estarás a mi lado.

Jorge Julio Acuña